The Menhir is the first architecture of a nomad culture, that used
stones as transformational instruments to relate to the landscape.
Our work is oriented by this perspective: search a link to the territory
through a mutual transformation.
As a music-art collective, it is an open research process where we mix music, art and technology. Around the concept of Menhir as geopuncture, and the power places we create works that affect the way we communicate with the landscape and with ourselves. We intervene a certain space using sound and music, taking the landscape as a score, and as a ritual gathering.
Addressing the landscape genre from a paleocibernetic approach, where the forces of nature and the human actions are weaved together, composing a dialogue in constant re-balance. With the idea of proprioception aesthetics we understand the creative act as an embodied, collective ritual that let us organize our cultural identities and spaces. This way, we deal with the origin of art language, but using contemporary technology such as sensors, arduinos, analog synths, or samples, which amplifies our senses to enlarge our consciousness and enrich the experience of the world.
For geomancy, the earth is covered by a magnetic energy net known as “Hatmann lines”. At the most intense intersections of the lines, next to subterranean rivers, or faults, the prehistoric woud insert a Menhir to equilibrate the energy. As one can do with acupuncture over the body.
A part of our work deepens in this format translation, which is allways an interpretation, a mutual influence between person-territory or mu- sic-plastic art. We are interested in developing new ways of hearing, that involve the context, and how we interact with it. Opening possibilities to new bonds with space, including the imaginary, the invisible and the unknown. Our works belong to a territory, and it can only be produced within a relation with it.
As a music-art collective, it is an open research process where we mix music, art and technology. Around the concept of Menhir as geopuncture, and the power places we create works that affect the way we communicate with the landscape and with ourselves. We intervene a certain space using sound and music, taking the landscape as a score, and as a ritual gathering.
Addressing the landscape genre from a paleocibernetic approach, where the forces of nature and the human actions are weaved together, composing a dialogue in constant re-balance. With the idea of proprioception aesthetics we understand the creative act as an embodied, collective ritual that let us organize our cultural identities and spaces. This way, we deal with the origin of art language, but using contemporary technology such as sensors, arduinos, analog synths, or samples, which amplifies our senses to enlarge our consciousness and enrich the experience of the world.
For geomancy, the earth is covered by a magnetic energy net known as “Hatmann lines”. At the most intense intersections of the lines, next to subterranean rivers, or faults, the prehistoric woud insert a Menhir to equilibrate the energy. As one can do with acupuncture over the body.
A part of our work deepens in this format translation, which is allways an interpretation, a mutual influence between person-territory or mu- sic-plastic art. We are interested in developing new ways of hearing, that involve the context, and how we interact with it. Opening possibilities to new bonds with space, including the imaginary, the invisible and the unknown. Our works belong to a territory, and it can only be produced within a relation with it.
El Menhir es la primera arquitectura de una cultura nómada, que utilizó piedras como instrumentos transformadores para relacionarse con el paisaje. Nuestro trabajo está orientado por esta perspectiva: buscar un vínculo con el territorio a través de una transformación mutua.
Menhir es un proceso colectivo de investigación, abierto, donde se mezcla música, arte y tecnología. En torno al concepto de Menhir como geopuntura, y los lugares de poder creamos obras que inciden en la forma en que nos comunicamos con el paisaje y con nosotros mismos. Intervenimos un determinado espacio utilizando el sonido y la música, tomando el paisaje como partitura y como encuentro ritual.
Abordamos el género del paisaje desde un enfoque paleo-cibernético, donde las fuerzas de la naturaleza y las acciones humanas se entrelazan, componiendo un diálogo en constante re-balance. Con la idea de propiocepción estética entendemos el acto creativo como un ritual colectivo encarnado que nos permite organizar nuestras identidades y espacios culturales. De esta forma, nos ocupamos del origen del lenguaje del arte, pero utilizando tecnología contemporánea como sensores, arduinos, sintetizadores analógicos o samples, que amplifican nuestros sentidos para ampliar nuestra conciencia y enriquecen la experiencia del mundo interconectado.
En la geomancia, la tierra está cubierta por una red de energía magnética conocida como “líneas de Hatmann”. En las intersecciones más intensas de las líneas, junto a ríos subterráneos, o fallas, la prehistoria insertaría un Menhir para equilibrar la energía, del mismo modo que puede hacer la acupuntura sobre el cuerpo.
Una parte lo que hacemos, lo que practicamos, profundiza en este formato de traducción, - siempre una interpretación,- una influencia mutua entre persona-territorio o música-arte plástico. Estamos interesados en desarrollar nuevas formas de escuchar, que involucren el contexto y cómo interactuamos con él. Abriendo posibilidades a nuevos vínculos con el espacio, incluyendo lo imaginario, lo invisible y lo desconocido. Nuestras obras pertenecen a un territorio o un tiempo determinado y sólo se pueden producir en relación con él.
Menhir es un proceso colectivo de investigación, abierto, donde se mezcla música, arte y tecnología. En torno al concepto de Menhir como geopuntura, y los lugares de poder creamos obras que inciden en la forma en que nos comunicamos con el paisaje y con nosotros mismos. Intervenimos un determinado espacio utilizando el sonido y la música, tomando el paisaje como partitura y como encuentro ritual.
Abordamos el género del paisaje desde un enfoque paleo-cibernético, donde las fuerzas de la naturaleza y las acciones humanas se entrelazan, componiendo un diálogo en constante re-balance. Con la idea de propiocepción estética entendemos el acto creativo como un ritual colectivo encarnado que nos permite organizar nuestras identidades y espacios culturales. De esta forma, nos ocupamos del origen del lenguaje del arte, pero utilizando tecnología contemporánea como sensores, arduinos, sintetizadores analógicos o samples, que amplifican nuestros sentidos para ampliar nuestra conciencia y enriquecen la experiencia del mundo interconectado.
En la geomancia, la tierra está cubierta por una red de energía magnética conocida como “líneas de Hatmann”. En las intersecciones más intensas de las líneas, junto a ríos subterráneos, o fallas, la prehistoria insertaría un Menhir para equilibrar la energía, del mismo modo que puede hacer la acupuntura sobre el cuerpo.
Una parte lo que hacemos, lo que practicamos, profundiza en este formato de traducción, - siempre una interpretación,- una influencia mutua entre persona-territorio o música-arte plástico. Estamos interesados en desarrollar nuevas formas de escuchar, que involucren el contexto y cómo interactuamos con él. Abriendo posibilidades a nuevos vínculos con el espacio, incluyendo lo imaginario, lo invisible y lo desconocido. Nuestras obras pertenecen a un territorio o un tiempo determinado y sólo se pueden producir en relación con él.